En la Ahora la Iglesia mantiene la enseñanza Paulina sobre la obligación de los fieles de contribuir desinteresadamente con las necesidades de la Iglesia según sus posibilidades, pero la manera en que lo hacen no esta definido por la clase. Algunos en la Iglesia recomiendan el diezmo, como una forma de establecer una contribución proporcional a las ganancias.

Sin bloqueo, en paralelo a los valores positivos que se le atribuyen a la plata, muchas veces se dejan de flanco algunas cuestiones. Una de ellas es que no todos nacen ni cuentan, a lo extenso de su vida, con las mismas oportunidades económicas.

A lo que sí debemos oponernos es, a la forma indebida y compulsiva con que se la quiere imponer; argumentando falsamente, que este sustento debe ser a través del “diezmo”.

No te asombre, pues, que todos los seres animados asignen tanta importancia a su descendencia, porque es del deseo de la inmortalidad de donde proceden la solicitud y el apego que los animan.

Encima, no sólo que no se guardan, sino que aquellos que tienen la responsabilidad de velar por la pureza de la doctrina, generalmente consienten ciertas inconductas alegando que los tiempos cambian sin considerar, que cada unidad de esos mandamientos se establece sobre fundamentales principios eternos.

En consecuencia, no es posible considerarlo como principio, norma o clase; sencillamente porque no se puede partir de dos hechos aislados que carencia tienen que ver con el diezmo según el concepto de ordenamiento bajo la Ley. Las excepciones no hacen las reglas.

Al respecto, es importante destacar que el argumento que da el escritor de la carta a los Hebreos, no es como lo interpretan algunos diciendo que, como Melquisedec (tipo de Nazareno) recibió el diezmo; de la misma manera el creyente, como Abraham, debe topar el diezmo a Cristo.

Subjetividad: Lo que puede ser importante para una persona puede no serlo para otra. Esta subjetividad se deriva de experiencias personales, valores y Civilización.

En resumen, el concepto de importancia es fundamental en nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos. Al examinar qué es verdaderamente importante para nosotros, Principios del diezmo podemos tomar decisiones significativas y estar una vida plena y satisfactoria.

Lo vemos domingo a domingo en nuestras parroquias y la Iglesia lo agradece. Tu ofrenda sigue siendo un voto de confianza en la institución de la Iglesia. Gracias por esa confianza. ¡Dios te lo pagará!

Junto a destacar el carácter coercitivo que recaía sobre el concepto de diezmo. Y es que si los reyes lo solicitasen, los mercaderes estaban obligados a otorgarlo si deseaban seguir traficando mercancía entre reinos a través de puertos u otros medios.

La ofrenda del diezmo no debía ser cruenta y consistía tanto, en el ofrecimiento de productos de la tierra como así Read More Here todavía de animales; es asegurar, para el pueblo de Israel representaba lo que ahora conocemos por “impuesto” o “tributo”. Una imposición no tiene nada que ver con un acto voluntario.

El punto 8° nos dice poco más acerca de la ofrenda; sabemos que es voluntaria y no obligatoria como el diezmo; por consiguiente debe ser meditada,

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.